10 de octubre de 2005

Noticias extrañas de una estrella lejana

Hoy me di cuenta que tan poco vale la pena estar vivo. Pero como de costumbre he usado todas las artimañas que conozco para engañar a mi cerebro de que no es así, de que hay miles de razones por las cuales luchar y estar vivo. Al único que no he podido engañar es a mi corazón, lo siento oprimirse dentro de mi, siento como mis costillas lo cercenan y lo mutilan hasta dejarlo casi inmóvil, casi hasta convertirse en polvo. Y es así como vivo engañado por mi mismo. Es un estado de conciencia e inconciencia que se dan al mismo tiempo, no sabría de que otro modo explicar como puedo creer y no creer a la vez. Vivo entre dos mundos y soy gris, soy tibio y mediocre. Y ahí estoy engañado por mi peor enemigo; yo.

"Me desperté y ya no estaba a mi lado, sólo dejó un corazón dibujado con labial en la mesita del té..."

No hay comentarios.: