29 de junio de 2005

Incendiarios

Vagas memorias de un largo siglo llenan el espacio cansado. Guerras mentales conmigo y contigo brillan cercanas vitaefobia -fobia a estar vivo-.

La coactriz de mi "destino manifesto" grita que no vuelve.
Pero ha de volver. Y yo he de morir. Pronto. Vuelve.

Espero. Con cinco cigarros y una mentira.

La luz oscura de la noche hoy no ilumina mi cuarto. Las palabras quedan inmovilizadas por el miedo y se esconden debajo de mi cama. Yo me niego a mirar debajo.

La pira debajo del cielo incendia todo, y luego una lluvia de humo y cenizas para que los niños juegen.

Pronto, he de morir.

No hay comentarios.: